No todos los viajeros son iguales, no todos viajan de la misma manera, no todos tienen las mismas razones, ni las mismas historias, no todos deciden viajar por siempre, no todos deciden volver o frenar, no todos son improvisados, no todos organizan sus pasos de principio a fin. No todos los viajeros son hippies, ni sucios, ni millonarios. Este es el principio de nuestra historia. Resumidamente, así nació la idea de nuestro viaje que empezó en Buenos Aires el 2 de enero de 2018 y terminó en Barcelona, el 30 de enero de 2020.
Todo empezó cuando Tincho terminó su carrera universitaria, allá, por el 2011. Hacía poco tiempo que estábamos de novios, pero los dos pensábamos en la idea de viajar para trabajar temporalmente fuera de Argentina, queríamos vivir la experiencia. Compartíamos las mismas ganas de viajar y el proyecto de hacerlo juntos se dio sin pensarlo ni hablarlo demasiado, al menos en ese entonces. Martín esperaría hasta que yo terminase mi carrera universitaria y ahí veríamos qué hacer.
Me recibí bastante tiempo y experiencia laboral después, en el 2015. En ese momento, él ya estaba convencido de volver a estudiar, no una carrera de grado, sino un MBA. Una inversión grande de tiempo, dinero y esfuerzo que hicieron que decidamos postergar el asunto del viaje. Por supuesto, lo apoyé en su decisión. Mientras tanto, empezamos a vivir juntos y seguimos con nuestros trabajos. Nuestro objetivo era tratar de que nuestros ahorros aumenten y aprovechar nuestras vacaciones y feriados para hacer algunos viajes cortos.
Hasta ese momento, todo estaba en algún lugar de nuestras cabezas. Viajábamos cada vez que podíamos y cada vez con más frecuencia. Lejos, cerca, por Argentina y por otros países. Tratábamos de estirar nuestros días de vacaciones lo más que podíamos. Aprovechábamos feriados, fines de semana largos y hasta nos pedimos días sin goce de sueldo. Cambiábamos millas, puntos de tarjetas y estábamos atentos a cuanta promoción existiera. La lista de lugares que queríamos conocer era cada vez más larga, pero tener entre quince y veinticinco días por año para hacer esos viajes, era una complicación que se sumaba a la de la distancia que separa a la Argentina de tantos destinos que soñábamos y con ello, el gasto que esos traslados representan.
Por mi parte, después de varios años de trabajar en una misma empresa, empecé a tener ganas de cambiar de trabajo. Sentía que había cumplido un ciclo y que quería hacer algo diferente, pero no tenía muy en claro qué. Tincho estaba enfocando todas sus energías hacia el estudio. Sin embargo, cada vez se repetía más el tema de los viajes en nuestras conversaciones. Los viajes que deseábamos hacer, cuánto tiempo le dedicaríamos a cada uno, de qué forma deseábamos hacerlo o en qué época del año.
Un día, entre mi crisis vocacional y el comienzo del fin de master de Tincho, empezamos a hablar de ese sueño que veníamos postergando.
Sin darnos cuenta, la idea de irnos por un año a trabajar a otro país, se transformó en la idea de hacer un viaje un poquito más largo de lo que acostumbrábamos. Habíamos leído tanto sobre viajes, que pensamos en que, lo mejor, era tomarnos un tiempo para viajar cuando Mar terminase el master y ahí pensar en qué queríamos hacer después.
Nunca antes, habíamos decidido hacer algo con tan poca planificación.
Empezamos a pensar en la idea de hacer un viaje de 3 o 4 meses durante el 2018. Según calculamos, ese tiempo nos alcanzaría para recorrer algunos puntos del Sudeste Asiático y otros de Europa. (No, claro que no nos alcanzaría).
La primera lista de lugares que queríamos visitar en este viaje, era más corta de lo que es hoy. De todas maneras, era muy larga para cumplirla en tres meses. Más aún, teniendo en cuenta cómo nos gusta recorrer los lugares a nosotros, en profundidad.
Leímos cientos de blogs, leímos cuanta guía de viaje conseguimos, leímos foros y libros sobre viajes. Hablamos con amigos que habían viajado a los mismos lugares y también con desconocidos. Empezamos a conocer historias inspiradoras y cada vez teníamos más información en nuestra mente.
Entre lecturas, charlas, planillas de Excel y cuentas, nos dimos cuenta que eso que tanto dicen podía ser verdad. Si viajábamos más lento, conseguiríamos mejores precios, no estaríamos todos los días de acá para allá, no tendríamos pretensiones de días y horarios para conseguir transportes u hospedajes, y hasta podríamos estudiar y trabajar en el camino. Nos dimos cuenta de que el viaje podría durar más. De esta manera decidimos que el viaje iba a durar lo que duren los ahorros. Para nuestras mentes, en ese entonces, tan poco improvisadas, esto significaba una revolución de sentimientos.
Con el tiempo, empezamos a pensar cada vez más en el viaje. Se convirtió en nuestra prioridad número uno. Hicimos mil listas: listas de lugares que queríamos conocer, listas de países, de ciudades, de templos, de playas. Hicimos listas de trámites que había que hacer antes de irnos, lista de “equipamiento” o cosas que necesitábamos para llevarnos al viaje, listas de cosas en las que debíamos y podíamos “ajustarnos” y muchas listas más. Ahora lo pienso y creo que hacer listas, era la forma que encontramos de empezar a materializar el viaje.
De a poco le dimos forma y tomamos las primeras decisiones. Empezar nuestro viaje en India y Nepal (así, sin anestesia). Seguir por el Sudeste Asiático tratando de recorrer lo más posible. Luego ir a Europa, a donde sí o sí, queríamos llegar en verano (caprichito que hoy quizás, no repetiríamos tan así).
El 19 de junio de 2017 sacamos los pasajes. Nuestra única certeza era que el 2 de enero de 2018 nos subiríamos a un avión en Ezeiza hacia Ámsterdam. Allí, haríamos una pequeña escala para tomar el avión que nos dejaría en nuestro primer destino: Delhi.
Todo lo demás, lo iríamos construyendo en el camino.
LOS AMO … Y LOS ADMIRO MUCHO!EXITOS HOY Y SIEMPRE EN TODO LO QUE SE PROPONGAN …. ABRAZO A LA DISTANCIA PER NCON MUCHO CALORSITO FAMILIAR. BESOS !!!!
Qué bueno que se hayan animado a esta experiencia!!
Una vez que uno se abre al mundo, no hay dudas de qué hay cambios importantes acerca de la forma en que lo percibimos!
Saludos y éxitos en la travesía
Los seguiremos para aprender con uds.
Muchas gracias!! Es mucho de golpe para asimilar y no hay forma de que no te cambie la forma de ver muchas cosas. Algunas mas rápido que otras…
Felicitaciones son dos genios
Hermoso lo que hacen! Por ustedes conozco un poquito mas el mundo, me encantan sus fotos historias y me busco el momento para ver y leer todo lo que suben. Éxitos por miles a ambos carla.
Abrazos Angie!!!
Muchas gracias por tus palabras Angie!! Nos encanta que puedan viajar a través de nuestros relatos y nuestras fotos.