¿Por qué me gusta la sensación de clandestinidad cuando recorro callejones angostos con luces tenues? Siento una especie de nostalgia en estas calles que es muy difícil de explicar. Calles que parecen haberse detenido en el tiempo, pasillos que generan suspenso y drama en las noches, y que parecen deshabitados durante los días.
En los callejones de Japón, llamados Yokochos, el humo de las pequeñas parrillas, donde se asan lentamente un sin fin de combinaciones de carnes, verduras y hongos, crean un ambiente aun más misterioso. Alrededor de las brasas, muchos hombres se refugian dentro de un vaso de cerveza o de sake.
La cámara comienza a vibrar como habiéndose encontrado con su alma gemela, y mi dedo comienza a gatillar como si estuviese en medio de un combate. El inframundo de Tokyo es así, es una mezcla de sensaciones y se ubica en lugares diferentes. Hay callejones debajo de las vías del tren, hay algunos que están escondidos dentro de una manzana y hay otros que nacen tímidamente a la vera de una avenida.
Todos sirven más o menos la misma comida, pero los diferencia el ambiente y la comodidad de quien adoptó ese lugar como su segundo o tercer hogar. La cerveza es un commodity pero algunos prefieren beber sake o shochu. La comida no sale de pinchos de pollo o cerdo, gyosas, algún pescado o tofu frito.
Estos son los 5 yokochos que jamás me perdería en un viaje a Japón
- Omoide Yokocho: más conocido como Memory Lane. Es un pequeño callejón a la vuelta de la estación de Shinjuku lleno de izakayas y decorado según la estación del año.
- Golden Gai: varias cuadras llenas de bares a puertas cerradas, mucho no tienen siquiera un cartel a la calle. También en Shinjuku. Este era el barrio de los Yakuza.
- Nonbei Yokocho: dos cuadras de bares con 4 o 6 asientos cada uno. Solo para beber y cobran un derecho de admisión solo para sentarte. A la vuelta del cruce de Shibuya.
- Yurakucho Yokocho: en pleno Ginza, lleno de restaurantes izakayas debajo de las vías del tren.
- Ameya-Yokocho: parece una mezcla de feria americana con Chinatown. El menos “íntimo” de los yokochos. Bordea las vías del tren. Queda en Ueno.