EL WHISKY

Cuando veo una botella de vino o de algún destilado, lo primero que se me viene a la mente es el proceso productivo y la historia. Me pregunto de dónde habrá salido o a quién se lo ocurrió hacerlo. Si la bebida tiene añejamiento o maduración, imagino a los encargados de controlarla, pasar año tras año, mes tras mes, controlando y mimando ese barril. No puedo evitar comprar con mi edad. “Si cuando destilaron ese whisky yo tenia cuatros años” “Pensar que la vendimia de esa botella la hicieron cuando terminé la primaria”. Miles de pensamientos como este se me cruzan por la cabeza.

La mayoría de las bebidas alcohólicas nacieron de casualidad. El whisky se comenzó a añejar en el momento que los productores la escondían del recaudador de impuestos. El champagne nació un invierno en que uno de los monjes no pudo a ir buscar su vino por las fuertes nevadas y se siguió fermentando en botella.

Antes de comenzar este viaje, todo lo que sabía era teórico. Había estado en muy pocas bodegas y en ninguna destilería. Todo mi conocimiento estaba dado por lo que leía y por ser un muy buen cliente de los mejores cocktail bars de Buenos Aires. Cada visita al bar, lo tomaba como un aprendizaje. Sincerándome, lo comencé a estudiar por placer, y cuando uno hace algo por placer, yo creo que lo hace mucho mejor.

talisker destilería
La destilería Talisker

TALISKER

Ese día me tocaba entrar a una destilería de whisky por primera vez. Ahí estaba, parado frente al cartel “Talisker”. Ubicada en la isla de Skye, Talisker tiene por fuera un aspecto de puerto, de zona pesquera. Sus colores marinos (blanco y azul), su estilo arquitectónico y su frase “Made by the sea”, nos hace saber que estamos en una zona donde el mar es por demás importante.

La destilería fue fundada en 1825 por Hugh MacAskill. Durante los primeros años vivió su momento de gloria, como en el 1898 donde era el whisky más vendido de UK. La totalidad de sus etiquetas de whisky se encuentran entre los más ahumados del mercado. Esto se debe a que utilizan turba (peat, en inglés) para ahumar los granos de cebada antes de la fermentación.

La recepción del lugar cuenta con una bodega donde venden las catorce etiquetas que producían en aquel momento más alguna costosa edición limitada que sólo pude apreciar a través de un cristal. A la izquierda, había una barra de no más de tres metros, donde se pueden pedir una o dos medidas de cualquiera de las botellas de whisky de la destilería.

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La barra de la destilería

TALISKER CLASSIC DISTILLERY TOUR

El tour comienza en una pequeña habitación, donde se tiene contacto con la cebada por primera vez. Se la ve en su estado natural, malteada y, con un color más oscuro, la ahumada. No van a ver en casi ninguna otra destilería la cebada ahumada en ese estado, el aroma es imposible de olvidar.

Tanques de fermentación de madera

Cuando se visita el sector donde se destila el whisky, prohíben usar los teléfonos y las cámaras. Si bien no debería pasar nada, si está bien aireado, es una regla de seguridad que hay que acatar si o si. El olor de la cebada fermentando no es muy recomendable, los gases que larga son por demás ácidos y olerlo te hace llorar.

La visita termina con una cata de Talisker Storm, la etiqueta que más éxito le trajo a la destilería en los últimos años.

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La cata de Talisker Storm

Talisker me encantó. Aunque hoy pertenezca a un gran grupo empresario, mantiene esa magia de ser una destilería aislada, en una isla, con alma portuaria. Por fuera y por dentro la experiencia es altamente recomendable.

INFO ÚTIL

Reservas: www.malts.com

Tours

Talisker Classic Distillery Tour: £10,00– 45m de duración (tour y cata de un ejemplar)

Talisker Flight: £30,00 – 1h30 de duración (tour y cata de 3 ejemplares)

Talisker Tasting Tour: £45,00 – 2h de duración (tour detallado con cata de 5 ejemplares)