Las paredes, llenas de afiches y calcomanías. Un par de mesas afuera. Música alta. Me paro en frente, saco una foto y la gente mira. ¿No es normal sacarle foto a un bar? ¿Será esto un bar o realmente es un “sindicato”? No hay puertas, pero te dan muchas ganas de entrar.

LLEGAR A LE SYNDICAT

Esa noche habíamos ido a comer a un lugar realmente bueno, esos que decís “hoy me la doy”. Menú completo, entrada, plato principal, postre y un buen vino Sauternes. Estábamos de festejo, no sabíamos bien por qué, pero ese era el sentimiento festivo que se apropiaba de nosotros. Todavía no era completamente de noche, el cielo aún no había entradoen ese tono azul profundo, y nosotros no queríamos volver a descansar. Caminamos hacia el metro y nos fuimos, iríamos a Le Syndicat.

Al principio nos costó encontrar el bar. Estaba delante de nuestros ojos, pero no lo podíamos identificar.

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El bar de afuera

EL BAR

Esta vez, no tuvimos la suerte que tenemos siempre, la barra estaba completa. Al no ser muy grande, los pocos asientos que tenía estaban ocupados. Había dentro una mesa para dos libre y la agarramos. Había mesas afuera, era verano. También cinco o seis mesas en la primera zona, donde estaba la barra. Detrás, hay un espacio que tiene cuatro o cinco mesas más. En la pared hay pintado un gran grafiti que dice LE SYNDICAT. Hay poca luz, dando como resultado un ambiente “under” y muy relajado.

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La Barra de Le Syndicat

Al lado nuestro había una pareja con la cual nos reímos casi toda la noche. El señor tenia alrededor de unos 40 años, era corpulento, calvo y con barba, de esos con los que no te tenés que pelear. Cumplía años y cada vez que le traían un cocktail, venía con un globo de helio. Lo agarraba, lo inhalaba y hablaba con la voz bien finita. No pudimos descifrar si era francés o no, porque hablaba ingles y francés con la misma facilidad y el acento perfecto en ambos idiomas.

La carta estaba hecha en “escalones”: cocktails, más cocktails y una pequeña sección de comida llamada “Petite Faim”. Era muy completa. Lo que distingue a este bar, es que todos los cocktails están realizados con vinos, espumantes y espirituosas franceses.

A la chica que nos atendía le llamo la atención la cámara y mi libretita. Siempre dudan si somos periodistas, aficionados, o si simplemente nos vamos a robar las recetas. Tal vez, somos un poco de las tres cosas, periodistas aficionados y me robo recetas para repetir en casa.

COCKTAILS

Llegó la hora de los cocktails, pedimos cuatro en total:

Watch the throne: Cognac infusionado con manteca, vermouth rosso, almbiar de flor de lis y un bitter ahumado. Elegante, ahumado, para paladares exigentes.

Leonardo Da Tiki: Ron agrícola, jugo de cuatro frutas diferentes y almíbar de especias.

Primera tanda de cocktails

La Reine de Fer: Gin, almíbar de champagne, solución cítrica y espuma de sidra. Acido, seco, y con un sabor muy particular.

Jardin Du Faubourg: Eau de vie de Cedrón, jugo de limón y pepino y almíbar de estragón. Coronado con un mousse de manzana y rosas. Un cocktail muy floral, fresco y herbáceo.  Estáa dos segundos de ser un cocktail de desayuno.

Da Tiki
Segunda tanda de cocktails

Pedimos la cuenta y al momento de traerla nos convidaron con dos chupitos muy ricos. Dulces, como para irte con ganas de volver.

INFORMACIÓN

Dirección: 51 Rue du Faubourg Saint-Denis, 75010 Paris, Francia VER MAPAWeb: www.syndicatcocktailclub.com

Instagram: @lesyndicat

Horarios: Lun a Dom 18:00 a 02:00