GINTONERIA L'ALCHIMISTE

La única razón por la cual, hace 5 años, me había creado Instagram era para seguir a los bares de coctelería que había alrededor del mundo. Los conocidos, los nuevos y los de ciudades que su oferta gastronómica no está en las primeras planas de los diarios. Esa red social permitía a los bares ser creativos, cosa que Facebook ya no permitía.

Así fue como conocí la existencia de esta gintonería. Ubicada en una ciudad tan lejana como era para mi en ese momento Burdeos. Cincoaños atrás, este viaje no estaba ni en el másoptimista de mis sueños. De todas maneras, decidí seguirlo. Siempre me lo imaginé como un bar antiguo, como un speakeasy realmente oculto. Habrá sido mi desconocimiento sobre la arquitectura de la ciudad o que realmente no me senté a investigar demasiado. No me imaginaba a Burdeos como la terminé conociendo.

BURDEOS

Si hay algo que no es Burdeos, es unaciudad antigua, y sus comercios acompañan el estilo joven de una ciudad que respira informalidad y un ambiente descontracturado en cada esquina. Burdeos es una ciudad joven, divertida y con mucha movida nocturna.

Era el día, luego de cinco años íbamos a ir a Gintoneria Bordeaux. Teníatres bares en la lista, dos de cocktails y uno de vino. Como sabíaque no teníamuchas ganas de tomar vino y que a Car, en ese momento, mucho no le gustaba, terminamos encarando para los cocktail bars (por suerte los tres bares quedaban a metros de separación). El bar se encuentra en la calle Parlement Saint-Pierre, una de las calles con mejor propuesta gastronómica de la ciudad. Caminando tan solo un poco, a menos de dos cuadras a la redonda se pueden encontrar decenas de bares y restaurantes de buena calidad.

Por esos días en Burdeos hacía mucho calor. La mayoría de los establecimientos se mantienen con el frente abierto durante la época de primavera-verano y casi todo transcurre en la calle. Decidimos ir temprano, antes de comer. Aun era de día, pero eso no nos detenía. Ese día teníamosque conocer la gintonería. A veces creo que es casualidad o simplemente suerte, pero de las cuatro mesas que estaban en la calle, había una disponible. Me tiré sobre ella como si se me hubiese volado un billete de cien dólaresy se lo estaba llevando el viento. El calor era insoportable, sentarse en la barra o en alguna de las mesas de adentro no era opción.

EL BAR

El bar es abierto a la calle, sin ninguna puerta que lo separa del exterior. Adentro tiene una barra larga simulando ser un mesón de un antiguo almacén. Para completar la experiencia del viejo almacén, tiene una cortadora de fiambre y algunos artículos dignos de un anticuario. Hay varias mesas, pero ese día casi ninguna estaba ocupada. No hay aire acondicionado, pero en la calle se estábien. La barra estáa cargo de un bartender muy joven que trabaja de forma tranquila y ordenada. Llegamos justo la semana que estaba patrocinada por Gin Citadelle, una de los mejores y másconocidas marcas de gin de Francia. Tenían una carta con cuatro cocteles con este gin, realizados solamente para esa semana. Además, los cocktails “estables”, estaban en una pizarra que daba al exterior. Se podía pedir de cualquiera de los dos lados.

COCKTAILS

Como nos gusta mucho el gin Citadelle, elegimos para comenzar dos cocktails de la carta que habían realizado para esa semana. Car comenzó con Dolce Vitta, una reversión del Pisco Sour con gin y pimienta rosa. Por mi parte quería tomar algo que tuvises Italicus, una bebida a base de Bergamota (Earl Grey). Así que comencé con Mercato Antico, que tenía gin, vermouth y el antes mencionado Italicus. Aunque el mío era un poco mas fuerte, ambos resultaron refrescantes. Sirvieron para apaciguar un poco el calor que sentíamos. Car siguió con la carta estacional, pidiendo un Tower, preparado con gin, cardamomo y jengibre. Yo quise probar alguno de los fijos del lugar, asíque de la pizarra elegí el Keep it Slow, una mezcla a base de sloe gin y quinina.

Finalmente decidimos pedir la cuenta e ir a cenar algo. Había cumplido, uno de los pequeños deseos de este viaje estaba realizado. Me fui a comer con una sonrisa que me cubría toda la cara.

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