PRIMERO, HAY QUE LLEGAR

Nueva York, lunes, una de la mañana y con lluvia fuerte. Me encontraba saliendo con dos amigos de Terra Blues luego de una noche a puro blues en vivo. Los tres teníamos la esperanza de encontrar algún bar abierto por la zona. Tengo la fama de saber cuales son los mejores bares de cada ciudad en la que he estado, así que no podía decepcionar. Saqué mi lista y comencé a buscar algo cerca. No podíamos ir muy lejos, la lluvia no perdonaba. Estábamos a la vuelta de Dante, pero cerraba temprano. Quedaba cerca Little Branch, pero íbamos a llegar 1:30AM y solo íbamos a tener una hora. No nos quedaba otra que alejarnos y encarar hacia el oeste. Mi miedo era que, a esa hora, y más siendo un lunes, estuviese casi todo vacío. Caminamos como pudimos, saltando charcos y corriendo de toldo en toldo. Finalmente llegamos a uno de los bares que tenia en mi lista, Employees Only.

cocktail bar
La barra es una fiesta

Al entrar te piden pasaporte, no importa la cara de viejo que tengas. Uno de los chicos no lo encontraba, así que nos demoramos en la puerta un poco. De afuera no se escuchaba nada. Mi miedo se acrecentaba aun más. “¿Y si somos los únicos? No puedo decepcionar” seguía pensando. Cuestión de unos minutos corrimos la pesada cortina que separa el exterior del bar…. era una fiesta. El bar estaba lleno de gente. No estaba colapsado, se podía estar parado o sentado. Música alta, bartenders eléctricos, cocktails de clase mundial y mucha, pero mucha, buena onda. No parecía ser lunes, parecía un sábado de cualquier gran ciudad del mundo.

cocktails
Los cocktails de Employees Only

LA FIESTA

En pocos minutos conseguimos lugar en la barra y allí nos quedamos. La carta era completa y siendo sinceros probamos la mayoría de los cocktails que había en ella. No repetimos ninguno y cada vez que uno pedía probábamos todos. Al lado nuestro había una pareja canadiense, muy simpática, con la cual nos quedamos hablando unos minutos sobre cocktails. Él me contaba que amaba los bitters y que preparaba algunos en su casa. Nos pasamos algunas recetas, pero ninguno anotó. La cuestión era solo hablar un rato y pasarla bien. Promediando la noche, mi amigo le comentó al bartender sobre el proyecto Brindamos por viajar (que aún no tenia nombre) y le gustó la idea. Hablamos un rato con él, nos dio su número por si queríamos ir a cualquier otro bar de NYC, se conocía todos. Nos invitó a brindar con él, a nosotros y a la pareja con la que veníamos hablando. Gran anfitrión para una gran noche en un gran bar. La amabilidad, la humildad y la simpatía son cosas que a ningún bartender le debería faltar.

bartender
Listo para el brindis

El bar es grande. Adelante tiene una barra en “L” en la cual entran más de 30 personas, si contamos los que están parados y sentados. Al costado algunas hay mesitas bajas. Atrás hay otras mesas, para estar más tranquilos. Es uno de los bares que más tarde cierra en NYC. Todos los días no paran hasta las 4 de la mañana. Es sin dudas el que más fiesta tiene de los bares cocteleros de NYC. Para ir en pareja, con amigos o solo, a tomar algo.

INFORMACIÓN

Direccion: 510 Hudson St, New York, NY 10014, EE. UU. VER MAPA

Web: www.employeesonlynyc.com

Instagram: @employeesonlyny

Horarios: Lun-Dom 18:00 a 04:00