Ese mismo día durante la mañana había estado en Chateau Pommard, realizando la primera cata en la Côte D’Or. La siguiente bodega, quedaba a unos pocos minutos, en el corazón de Beaune.



Domaine Chanson (Chanson Pére & Fils), queda a pocos kilómetros de Chateau de Pommard. Es una de las bodegas más antiguas de Beaune, y son dueños de gran parte de las mejores tierras de esa región. La diferencia con Chateau de Pommard es que Domaine Chanson también produce vino con uvas compradas a terceros. Son dueños de 45 hectareas donde solo tienen viñedos Grand Cru y Premier Cru. Las cepas son las mismas de la región, pero la gama de vinos es una de las más amplias que haya visto. Apoyado en la diversidad de tierras, Chanson produce y vende muchas variedades de Pinot Noir y Chardonnay.
La visita dura aproximadamente 1h30 y tiene un valor de €25. Incluye una cata de cinco vinos y la visita guiada por bodega. La bodega es algo atípico, o al menos es la primera vez que yo lo veía. En este caso, está elevada, cuatro pisos llenos de barricas. Es uno de los pocos casos donde la bodega está en altura y no en el sótano, son solo cinco los que quedan en la zona. Este “bastión” fue construido en 1826 y dada las características de sus muros, preservan la temperatura y humedad ideal para el envejecimiento del vino.



Cuando entré, me congelé literalmente. Adentro la temperatura era fría, cuando afuera estaban haciendo más de 35 grados.
“¿Dónde está el aire?” le pregunté a la guía. A lo que se sonrió con un gesto que evidenciaba que esa pregunta se la habían hecho muchísimas veces. No había aire, el frio se conserva por una especie de musgo que crece luego de años en los muros de piedra.
En la planta baja, se encuentra la bodega familiar, donde guardan vinos muy viejos. No los venden, por la misma razón que en casi todas las bodegas, es difícil prever el comportamiento de un vino tan añejado. Probablemente muchos de esos no estén en condiciones para tomar. Cada tanto abren algunos y si están bien los vuelve a encorchar y los venden por cientos o miles de euros a los coleccionistas.
A medida que íbamos subiendo, mi sorpresa seguía acrecentándose, cada piso era igual de frio que el anterior. Finalmente llegamos al ultimo y bajamos para hacer la cata.



La cata consta de cinco vinos, tres blancos y dos tintos. No se si cambiará la configuración en otros tours, pero ese fue el que me tocó a mi. Esta fue la confirmación de que me había vuelto un entusiasta de los vinos blancos, algo impensado unos años atrás. En Argentina comencé con algunas cepas, Torrontes y Viognier eran mis preferidas, pero cada un vino blanco me tomaba más de diez tintos. En Francia terminé de entrar en ese mundo, y debo reconocer que todos mis prejuicios hacia el vino blanco desaparecieron completamente. Hay tanta complejidad en un vino blanco como en uno tinto.
Luego de la cata, comenzó el momento de la decisión difícil ¿Qué vino (o vinos) me llevaría? Tenía que elegir entre decenas de estantes con diferentes vinos: diferentes productores de uva, diferentes regiones y diferentes añadas. Finalmente me llevé un Chardonnay 2012 y un Pinot Noir 2009 que estaban de descuento por ser los últimos de la partida.
Había pasado el día en Borgoña, yendo a dos de las más importantes bodegas de Francia, estaba feliz. Nuestro próximo destino era a solo 3hs, íbamos a Alsacia, con sus casas de cuento y su propia ruta de vinos.



INFO ÚTIL
Dirección:10 Rue du Collège/r Paul Chanson, 21200 Beaune, Francia Valores de las visitas : Cata más tour: €25 |