Era jueves por la mañana y nos íbamos de Burdeos luego de cuatro días en una de mis ciudades preferidas de Europa. El plan era recorrer una de las zonas vitivinícolas más importantes de Francia, la ruta que va desde Margaux hasta Haut-Médoc. Por cuestión de tiempo decidí que solamente iría a un viñedo de cada región. Había reservado para dormir cerca de Saint Emilion y el tiempo no me daba para recorrer tres viñedos.
En Francia hay una página y app llamada Rue des Vignerons que agrupa a varias bodegas y ayuda a fomentar el enoturismo. La página funciona muy bien, pero la app tiene algunos errores. Te permite reservar visitas guiadas y catas en todas las zonas vitivinícolas de Francia. Así fue como conocí y elegí el primer viñedo: Château Lamothe-Bergeron en Haut-Medoc.



CHÂTEAU LAMOTHE-BERGERON
La entrada está un poco escondida, pero a la vez bien indicada en el camino. Solo hay que seguir los carteles. A pesar de que muchas bodegas se llamen “Chateau” muchas ya no son castillos. Algunos fueron abandonados por mucho tiempo y otros reconvertidos en bodegas. En este caso, el castillo está y es realmente imponente.
Lo primero que se ve cuando uno entra es el castillo, nunca había estado en un verdadero “Chateau”. El castillo es beige, con el techo gris. Tiene dos torres en punta y se entra subiendo por cualquiera de las tres escaleras que tiene, en una especie de balcón. La bodega ofrece una perfecta mezcla entre historia y naturaleza. Todo el pasto está cortado prolijo alrededor del castillo, y donde termina el pasto comienzan las vides. Al lado del castillo está la bodega, donde termina ocurriendo toda la magia.
Ese día, gracias a una guía de madre española, el tour y la degustación podía ser en francés, español e ingles. Hablaba los tres idiomas con un nivel excelente. Había varios horarios y, por suerte, el que yo elegí no lo había elegido nadie.



EL TOUR
El tour comenzó con la historia del lugar. El castillo se había incendiado muchos años atrás y la familia original lo había vendido a una empresa que fabricaba originalmente Cognac. Esta empresa decidió volver a darle vida al lugar, abriendo el castillo nuevamente en 2015. Si bien se ve por fuera un castillo antiguo, por dentro es todo nuevo dado que el fuego dañó gran parte del interior original.
El tour siguió con una visita a un balcón hecho en madera que tiene vistas a todo el viñedo. En ese lugar me explicó el proceso de vendimia, las fechas de recolección y algunos tips que usan los enólogos para saber cómo viene la planta. Antes de pasar a los tanques de fermentación, la guía tuvo un detalle que, para mi, le dio el toque de distinción. Sobre un banco había dos platos con uvas de diferentes cepas para probar: Merlot y Cabernet Sauvignon. En ese momento, yo era una persona que recién estaba empezando en el mundo del vino, así que probar y sentir las diferencias entre una uva y otra, fue una fuente de aprendizaje muy grande.



Durante el recorrido en la bodega, hay animaciones que explican los procesos en los tanques de fermentación y en las barricas de roble francés. En una te explican el proceso de fermentación completo y la segunda el proceso de ensamblaje, donde con las diferentes cepas se realiza el blend final.
Luego del tour completo, pudimos hacer una cata, la misma fue vertical. Esto quiere decir que probamos el mismo vino, pero de diferentes años: 2007, 2012 y 2014. Este tipo de catas me parecen muy interesantes porque siento que aprendo mucho más que en las convencionales. Finalmente terminó y terminé llevándome una botella del año 2012 (que fue la que más me gustó).
INFO ÚTIL
Dirección: 49 Chemin des Graves, 33460 Cussac-Fort-Médoc, Francia Valores de las visitas (todas incluyen el tour): Cata de 3 vinos: €12 Cata de 5 vinos: €25 Comida y cata de 3 vinos: €35 Comida y cata de 5 vinos: €50 |