Kotsifali, Mandilari, Plyto, Dafni, Vilana, Liatiko y Malvasia. ¿Qué es todo esto? Cuando llegue a Creta, mi conocimiento sobre el vino europeo se limitaba a los países más famosos por su vitivinicultura: Francia, Italia, España y una pizca de Alemania. Nunca imaginé que, en una isla, y digo isla porque ni siquiera las cepas están en el resto de Grecia, iba a encontrar tanta variedad de cepas autóctonas.
Creta, para mi, fue un fuerte encuentro con la cultura gastronómica. Atrás había quedado la comida griega que uno puede comer en un restaurant de su país. Estábamos en la zona gastronómica más rica de Grecia. Lo mejores restaurantes de Atenas, hacen alusión a la comida cretense como un concepto sofisticado. Si así era la comida, no podía quedarse atrás la bebida. La vitivinicultura en creta pisa muy fuerte. Lo que no tiene plantado un olivo, tiene una vid. No hay espacios verdes vacíos. Las uvas y las aceitunas son tan importante para su economía, como para su vida cotidiana.
Por su cercanía con las mejores playas de Creta, elegimos Kissamos para hospedarnos. La isla es grande más de 50 veces el tamaño de Santorini y Mykonos juntas. Las bodegas que quería recorrer estaban a más de 2hs en auto. Pensé muchas veces en no ir, pero finalmente, luego de meditarlo un poco, me decidí por ir solo a una: Lyrarakis.



RESERVAR Y LLEGAR A LYRARAKIS
La primera buena impresión fue su pagina web. En ingles y de fácil navegación, te permite conocer sobre la bodega o reservar lugar en una cata. Salvo fecha especial, las catas normales se realizan cuatro veces por días y las especiales una sola vez. Desde la pagina, podes personalizar la misma. En la normal se degusta seis vinos, todos autóctonos de Creta. En la especial se degusta ocho y la misma incluye vinos Premium de una calidad un poco superior. A todo esto, se le puede sumar comida para maridar, ya sea quesos locales o algún bocadillo.
Esa mañana nos levantamos bien temprano y salimos. Tardamos un poco más de lo estimado en llegar, ya que nos confundimos en una bajada y google nos mandó por un camino similar al que manejaríamos en un Rally Dakar. Las bodegas quedan en el centro de la islay en lo alto, aprovechándose la altitud y la brisa fresca del mar. El paisaje era montañoso y color verde, lleno de viñedos por todos lados. El clima era un poco más fresco que en la costa, el viento de la zonaapaciguaba un poco el calor de esos días y ayudaba al crecimiento de las uvas.



LA BODEGA
La bodega está ubicada bien dentro del cerro, se accede por un camino de tierra que tiene un solo destino. Al ingreso hay una zona de varios arboles donde se puede dejar el auto. Más adelante está el edificio principal, que funciona como bodega y sala de degustación. Allí descansan cientos de barricas esperando lentamente su añejamiento.



Tuve la suerte de compartir el tour y la degustación con una pareja californiana que sabía bastante de vinos. Nuestra anfitriona egresada de la WSET con nivel 3 nos habló tanto de vinos griegos como de vinos del mundo. Me habló de nuestro Torrontés y de nuestro Malbec al mismo nivel de conocimiento que cualquier profesional argentino. Los vinos griegos son muy complejos, tienen aromas y sabores diferentes a las cepas convencionales. Me fanaticé de la cepa Liatiko, que tiene una acidez moderada y un aroma a fruta roja madura y algunas especias dulces. Degustamos un total de 6 vinos, acompañados con 6 quesos de creta.



Como me había gustado mucho el Liatiko y el Dafni (cepa blanca), me lleve uno de cada uno para tomar en el hotel. Di por concluida la degustación y me fui muy contento a disfrutar lo que quedaba del día.
INFORMACIÓN
Dirección: Alagni, Arkalochori, 70300, Alagni, Heraklion, Crete 703 00, Grecia VER MAPA Web: www.lyrarakis.com Instagram: @lyrarakis |